Babia Sherpa Tour, una carrera de montaña diferente
posteado en Running y Trail Running por Jon Pérez Feito
En una época en la que las pruebas de trail running compiten por conformar perfiles de etapa lo más atroces posible, y los participantes no se cuentan por cientos, sino por miles, la Babia Sherpa Tour destaca en el calendario de los amantes del outdoor como una pequeña maravilla. Se trata de una prueba diferente, absolutamente única. Cuando quedan apenas unos días para que se celebre su 6ª edición (22 y 23 de junio), te contamos qué la hace tan especial.
Participar en una carrera de montaña es algo que inspira cierto respeto si eres un aficionado medio. Aunque la gran mayoría de las pruebas del calendario cuentan con algún recorrido “popular”, de distancia más reducida y perfil más amable que la prueba reina, lo cierto es que el boom del ultrarunning está propiciando que incluso esos recorridos “fáciles” empiecen a parecer fuera del alcance de quienes solo buscan disfrutar en la naturaleza, más que conocer sus límites físicos.
En ese contexto nació hace seis años la Babia Sherpa Tour, casi como un desafío a la tendencia general. No se trata de una carrera de masas, ni aspira a serlo; su propia configuración y el escenario en el que se desarrolla la limitan a 150 parejas de participantes. Tampoco es una prueba pensada para llevar a sus competidores hasta el límite de la extenuación; el número de corredores que toman la salida y el de los que completan la prueba es siempre bastante parecido. Y desde luego no es una prueba que se corra individualmente, como las demás. En la Babia Sherpa Tour se compite por equipos… ¡aunque los integrantes de cada equipo compiten por separado! Así que, ¿qué es esto? ¿Es una carrera? Sí, lo es. Pero por encima de todo, La Babia Sherpa Tour es una aventura.
Un concepto de carrera único
Empecemos por lo más intrigante. Algo que sin duda convierte a esta prueba en una carrera diferente es la forma en la que se compite. A la Babia Sherpa Tour hay que acudir con pareja. Un amigo, un familiar, una conocida, el novio, la mujer… cada cuál es libre de escoger con quién quiere competir; solo hay que tener claro que los papeles serán diferentes para cada uno. Y es que en cada pareja habrá un corredor y un sherpa. El primero completará un recorrido específico con los demás corredores; mientras que el segundo se encargará de transportar todo el equipo de acampada para ambos a lo largo de un itinerario distinto.
Este del equipo de acampada es un elemento importante. Cada pareja es libre de decidir qué lleva consigo en función de su estrategia. Quienes decidan llevar poca cosa obtendrán mejores tiempos, pero seguramente descansarán peor, mientras que quienes echen alguna cosa más a la mochila tendrán que cargar con ella durante todo el día, pero a cambio pasarán una noche más cómoda. Únicamente hay dos elementos del equipamiento iguales para todas las parejas: la tienda de campaña y los frontales, ambos proporcionados por la organización.
La primera jornada de la carrera, ambos recorridos, el del corredor y el del sherpa, finalizan en la zona de acampada. Más que una simple zona de descanso, la zona de acampada es en sí misma uno de los mayores atractivos de la Babia Sherpa Tour, pues ofrece a los participantes la posibilidad de pasar una noche en un paraje increíble a los pies del Montihuero.
Es tiempo de relajarse, de comentar las anécdotas de la jornada y de conocer a gente con intereses parecidos… o no. Para los más competitivos la acampada es también un momento para reevaluar las estrategias de carrera. Al fin y al cabo, estamos aún en mitad de la competición…
Pero sin duda, una de las mejores cosas que se pueden hacer en la zona de acampada es mirar hacia arriba. Y es que el cielo nocturno de este pequeño enclave es uno de los más espectaculares de nuestra geografía. Tanto es así que desde 2014 la comarca de Babia está avalada por la UNESCO como Parque Estelar. Un parque estelar es una zona rural en la que la calidad del cielo nocturno está protegida para hacer posible el desarrollo de actividades de observación, didácticas, culturales o lúdicas, ligadas a eventos astronómicos. Queda claro, por tanto, que esta zona de acampada ofrece mucho más que un alto en el camino de cara a recuperar fuerzas.
La segunda jornada comienza en la misma zona de acampada. Aquí, una vez más, corredor y sherpa se separan para completar sus respectivos itinerarios. Ahora bien, nada obliga a repetir el rol del día anterior. Los papeles pueden intercambiarse, si se desea.
Esta segunda jornada el desnivel es más favorable para los pies cansados, pues se trata de perder altura hasta la localidad de San Emiliano, donde finalizará la carrera. Al término de esta etapa es cuando la carrera termina realmente.
Como ya hemos dicho antes, esta es una carrera en la que se compite por parejas, de modo que no existe una clasificación para corredores y otra para sherpas. Será sumando los tiempos de ambos miembros de cada pareja en ambas jornadas de competición como conoceremos el puesto que ocupa cada una en el ranking correspondiente (pareja masculina, pareja femenina y pareja mixta).
El reglamento, como se ve, ya convierte a la Babia Sherpa Tour en una prueba completamente distinta a las demás. Se trata de un juego donde el terreno, la meteorología y la propia capacidad no son los únicos elementos a tomar en cuenta. Existe también un elemento de estrategia: ¿Quién hará de corredor y quién de sherpa? ¿Repetiremos roles en la segunda jornada? ¿Debemos cargar con más o con menos equipo de acampada?
Claro que también podemos, simplemente, olvidarnos del ranking, acudir a la comarca de Babia y dejarnos llevar por el buen ambiente, las ganas de disfrutar y el paisaje absolutamente indescriptible.
El Entorno
Por si todo lo anterior no resultase lo suficientemente atractivo, hay un elemento capaz de atraer por sí solo a cualquier amante del outdoor a la Babia Sherpa Tour: el entorno en el que se desarrolla la prueba.
El Parque Natural de Babia y Luna es un maravilloso rincón de 57.600 hectáreas situado al norte de la provincia de León. Si alguien se hubiera propuesto diseñar una representación perfecta de los ecosistemas y los paisajes propios de la Cordillera Cantábrica, el resultado no habría podido superar a este enclave. Aquí es posible disfrutar de todo “lo bueno” de la de cordillera, tanto a nivel geomorfológico y paisajístico, como en cuanto a biodiversidad; y de algunas otras cosas que, de hecho, solo se encuentran en Babia.
Además, como ya hemos dicho, Babia no solamente ofrece sus encantos de día y al nivel del suelo. Por las noches, por encima de todo esto, se despliega otro espectáculo igualmente sobrecogedor.
Los antiguos reyes de León sabían que este era un lugar especial. Tanto es así que solían retirarse a esta comarca por largos periodos. Es de ahí, precisamente, de donde viene la expresión “estar en Babia”. No hace referencia a una simple distracción, sino al hecho de estar, siquiera de pensamiento, en un lugar mejor.