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La montaña en casa: libros y películas para montañeros confinados

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En estos días en los que no nos queda más remedio que quedarnos encerrados en casa por responsabilidad y solidaridad de unos hacia otros, los que amamos la montaña y las actividades al aire libre miramos por la ventana con nostalgia (si es que se puede sentir nostalgia por algo que hemos dejado de hacer) y tratamos de apagar nuestra ansiedad devorando cualquier película, libro o revista relacionada con la actividad que nos apasiona.

Pero ¿acaso no somos los montañeros expertos en aguantar? Puede que esta lucha sea distinta y mucho más aburrida, pero es una lucha a su manera y ahora la cima que más debe importarnos alcanzar es la de la dichosa curva de contagios. Las montañas van a estar ahí cuando todo esto termine y volveremos a verlas más pronto que tarde.

Por otra parte, que no podamos disfrutar de ellas in situ no significa que no podamos viajar hasta ellas a través de las vivencias de otros. Hoy os proponemos tres documentales y tres libros para hartaros de montaña sin salir de casa. En esta época de internet y ebooks no os será difícil encontrarlas.

 

DOCUMENTALES

Meru

2015

El monte Meru, en el Himalaya del Garhwal, tiene tres picos principales. Los dos laterales son más altos ( 6.660 y 6.450 metros), pero es el central el que acapara todas las atenciones. Conocido como Shark’s fin (la aleta de tiburón) por su peculiar forma, esta cumbre es, con sus 6.310 metros de altura, indeciblemente más complicada que sus hermanas. Tanto que no fue hollada hasta el año 2001.

Pues bien, Meru, el documental, cuenta la historia de tres escaladores, Conrad Anker, Jimmy Chin y Renan Ozturk, empeñados en abrir la vía directa a ese Shark’s Fin. Que el objetivo se las trae es algo que queda claro enseguida, sepas o no de montaña. Y es que las sensaciones que dominan el documental son el vértigo, el frío y la incomodidad. Uno (incluso uno al que le gustan estas cosas) llega a preguntarse qué hacen esos tipos colgados ahí.

Pero además, como en toda gran historia, en Meru la escalada en sí se convierte de repente en algo casi secundario. Los personajes, encerrados en una minúscula hamaca colgada de la nada, comienzan a reflexionar sobre su vida, guiados precisamente por ese pensamiento de “qué hacemos aquí”, y la cosa se pone realmente interesante. Porque, cómo no, sus vidas no son del todo convencionales. Pero además la fatalidad viene a cruzarse con ellos en mitad de la película, lo cual les da la excusa perfecta para convertir Meru en una gran historia de amistad. Como se ve, no faltan ingredientes para hacer que ver Meru sean 87 minutos muy bien invertidos.

 

meru pelicula

 

Valley Uprising

2014

El valle de Yosemite es la meca de la escalada en roca, probablemente el único destino que, más arriba o más abajo (pero probablemente arriba del todo), figura en las listas de sueños de todo escalador. Sus paredes de interminables de granito ultra adherente, sus fisuras, que parecen dibujadas con tiralíneas, sus desplomes aterradores, sus horribles offwidth… todo se alía en Yosemite para conformar un destino de escalada ideal. Pero más allá de lo estrictamente físico, hay algo que hace de “El Valle” un imán para todo amante de la vertical: su historia. Y es que cada línea que surca sus gigantescas paredes, cada pitón, cada laja, tiene una historia (y un nombre) o está relacionado de alguna manera con esta o aquella leyenda de la escalada.

Pues bien, podríamos decir que Valley Uprising es el documental definitivo sobre esa historia del valle. Una película que trata de resumir unas seis décadas de escalada que vieron ocurrir de todo: desde rivalidades irreconciliables entre dos titanes como Warren Harding y Royal Robbins, hasta hazañas como la de escalar la Nose en el día (Long, Bridwell y Westbay), la de liberar esa misma ruta (Lynn Hill) o la de recorrer el Half Dome en solo integral (Honnold). Pero Valley Uprising va de mucho más. También va de choque intergeneracional, de hippies fumados, de avionetas cargadas de marihuana, de saltos base hechos con nocturnidad y alevosía y de persecuciones pseudopoliciales.

En definitiva, un documental que te hará disfrutar hasta el último minuto aunque no seas escalador en roca; pero que también te hará sufrir si lo eres, porque lo más probable es que tus ganas de salir a escalar se multipliquen por mil antes de llegar a los créditos.

 

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Pura Vida

2012

En 2012 el documental Pura Vida alcanzó el raro honor, para una película de este género, de llenar salas de cine semana tras semana. La historia está contada a través de sus protagonistas, que son muchos, y consigue mantener el interés del espectador gracias a un guión y un montaje muy acertados. Pero, sin ánimo de restar mérito a sus logros técnicos, está claro que eso no hubiera bastado por sí solo para alcanzar semejante éxito.

Lo auténticamente valioso en Pura Vida es la historia que se cuenta, la del intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza, un alpinista navarro que en 2008 sufrió un severo edema pulmonar mientras escalaba la arista este del Annapurna. 2008 no fue en absoluto un año bueno para el alpinismo (solamente en dos días de agosto murieron 11 alpinistas en el K2), así que la muerte de Ochoa de Olza podría haber sido una más de la lista, por más que fuera especialmente sentida en España. Pero no fue una más ni mucho menos. Lo realmente insólito en el caso de Ochoa de Olza fue que la sola noticia de que su vida corría peligro sirvió para movilizar a una enrome cantidad de alpinistas, los mejores del mundo en aquel momento, para tratar de rescatarlo. Y la manera improvisada en la que intentaron llegar hasta él, saltando de helicópteros en vuelo rasante, corriendo por una vía muy técnica con botas de verano, ascendiendo a pesar de todo lo que la montaña les tirase encima… sirve para reflexionar acerca de qué tipo de persona debió de ser Ochoa de Olza para que tanta gente, y de orígenes tan diversos, se lo jugara todo por él. Al final, la sensación que queda es la de que el navarro tuvo que ser, por fuerza, pura vida.

 

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LIBROS

La araña blanca.

Heinrich Harrer. Ed. Desnivel.

A mediados de los años treinta la cara norte del Eiger era el último gran problema de los Alpes de los tres con los que había comenzado la década. Todas las cordadas europeas fijaron sus ojos en la Eigerwand, esa última cara norte virgen compuesta de roca mala y hielo podrido, y sometida a una contante lluvia de piedras la mayor parte del día. La carrera que se desató por conquistarla resultó en la más infame sucesión de accidentes mortales de la historia del alpinismo. Fueron tantos que la norte del Eiger no tardó en ganarse el apelativo de “La pared asesina”.

Heinrich Harrer, uno de los protagonistas de la cordada combinada que finalmente tuvo éxito en la Eigerwand en 1938 (y también autor y protagonista en la vida real de Siete años en el Tíbet), nos narra en La araña blanca la historia de esta terrible pared. La sensación que deja el libro, aunque no se sea partidario de figuras retóricas grandilocuentes, es que la montaña se ganó a pulso el calificativo de asesina, y que siguió ganándoselo mucho después de que por fin una cordada la doblegara (allí murieron, por ejemplo, los dos mejores escaladores españoles de la época, Alberto Rabadá y Ernesto Navarro).

Entre tanta catástrofe y también algunos éxitos, La araña blanca se convirtió uno de los grandes clásicos del alpinismo; aunque a diferencia de otros libros de su categoría, este no invita especialmente a coger los piolets y salir a escalar algo. Claro que eso es perfecto en estos días que nos toca vivir ¿no?

 

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Bájame una estrella

Miriam García Pascual. Ed. Desnivel

Bájame una estrella de Miriam García Pascual, es una pequeña joya de la literatura de montaña de nuestro país. Es un libro muy cortito, que se puede leer en una sentada, pero que deja un regusto perdurable, una sensación que tarda en irse y que a cada cual le sugiere algo distinto (¿juventud? ¿libertad? ¿montañas?). Tan evocador resulta que se ha convertido en un regalo clásico que muchos montañeros hacen a amigos no iniciados; porque, sin pretenderlo, Bájame una estrella es capaz de hacer comprender a cualquiera por qué salimos a las montañas. Sería algo así como el “Porque está ahí” de Mallory en versión nacional y con mucho más estilo.

Y sin embargo, Bájame una estrella no va de eso. Se trata del diario de un viaje que la escaladora navarra Miriam García Pascual hizo por el continente americano a finales de los años 80. Sin embargo, en lugar de centrarse en el espectacular número de vías punteras que escaló Miriam durante su periplo, el libro nos habla de sensaciones y reflexiones, de diálogos secretos con las paredes y de amistad. Y lo hace con un estilo inclasificable, aunque no único. De hecho Bájame una estrella recuerda a Eh Petrel!de Julio Villar (otro libro muy recomendable para estos días).

Este fue el primer libro publicado por Ediciones Desnivel y el único de su autora, que nada más entregar el manuscrito partió en un viaje hacia la India para intentar escalar el Pico Meru (ese mismo del documental del que ya hemos hablado) donde perdió la vida. Pero aunque su carrera se vio interrumpida tan prematuramente, sus pensamientos siguen siendo releídos una y otra vez treinta años después. Tanto es así que ya se han tirado diez ediciones del libro.

 

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Escaladores de la libertad

Bernadette McDonald. Ed. Desnivel.

 

En los años 80 el mundo del alpinismo, especialmente en lo tocante al Himalaya, fue tomado por asalto por los escaladores polacos. Como si hubiera salido de la nada (eran alpinistas del otro lado del telón de acero, del que poco se sabía) una generación de alpinistas increíblemente fuertes empezó a protagonizar gestas imposibles en las mayores montañas del mundo. Les dio, por ejemplo, por escalar ochomiles en invierno, por batir los records de velocidad base/cima/base, por alcanzar cada cumbre por rutas nuevas, o por imaginar líneas que entonces eran un sueño y aún hoy son punteras. El precio que pagaron por esa década y media de excelencia fue altísimo y quedan pocos de ellos que aún pueden contar lo que hicieron. En Escaladores de la libertad, Bernadette McDonald cuenta esa historia por ellos, y lo hace de una manera amena y fácil de seguir, algo que no resulta sencillo entre tantos nombres impronunciables de personajes que, aún así, se las arreglaron para que hoy en día todos los conozcamos.

 

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26 Mar, 20

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